Un perro
Siglos después de que Jorge Manrique escribiera unas coplas a la muerte de su padre, Miguel de Unamuno escribía una elegía a la muerte de su perro. En ambos casos se deshacían en elogios del padre y amigo perdido, en ambos casos querían creer que el finado ha llegado a un mundo mejor. Supongo que a mí, que no creo en otra vida- como mi hija, convencida de que Tizón está en el cielo de los perros-, me queda el recurso de escribirle un poema a mi chucho, pero el perro ya fue inmortalizado en dos libros La fantástica niña pequeña y Cosmofobia en los que aparecía como personaje, y en infinidad de fotos. De hecho, pocos días antes de que muriera, vinieron a hacerle fotos para un calendario.
Sí, mi perro era una estrella. Un chucho sin raza conocida ni pedigrí alguno, pero un excelente futbolista y un amigo muy cariñoso. Lo peor ahora es recordar la infinidad de veces que he exclamado a berrido limpio "estoy harta del perro", cuando se hacía pis en casa o cuando se ponía a ladrar en el portal porque yo no encontraba las llaves y él quería salir.
El conductor que lo atropelló el miércoles pasado en la calle Santa Isabel quizá nunca lea esto. Quizá no se entere de que llevo tres días llorando. Muy probablemente no se ha vuelto a acordar del incidente desde entonces. Con toda seguridad nunca tendrá que dar cuentas de lo que hizo porque no tomé su número de matrícula. Y sospecho que sea uno de tantos que no entienden, de tantos que se indignan porque me preocupo por los toros y los perros cuando hay tantos niños que se mueren de hambre.
Os dejo el enlace para que también podáis leer los comentarios que ha ido escribiendo la gente: http://www.adn.es/blog/lucia_etxebarria/opinion/20091123/POS-0002-perro.html
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