Uno de los principales problemas que tenemos las Asociaciones de protección animal es la falta de recursos para afrontar los cuantiosos gastos veterinarios.
Y no hay ninguna ayuda.
A no ser que tengas la enorme suerte de encontrar a seres maravillosos como las veterinarias de la CLÍNICA VETERINARIA GENERAL MARGALLO ( c/ General Margallo, 22 28020 Madrid tlf. 915709758).
No sólo colaboran en todo lo posible e imposible con nuestros pequeños peludos y nuestros adoptantes y casas de acogida, sino que nos apoyan, nos comprenden y nos miman.
MIL GRACIAS por vuestra comprensión, y vuestra ayuda en cada momento que nos vemos perdidos. Gracias por amar tanto vuestro trabajo y por esas horas de descanso que os quitamos con tantas urgencias, dudas y necesidades. Y gracias por vuestra gran profesionalidad.
Estáis siendo unos ángeles de la guarda para nuestros pequeños. Sin vosotras, no podríamos ayudar a tantos y tan bien.
El agradecimiento de todos a los que habéis cuidado y seguís haciéndolo cada día.
Gracias de parte de Tundra y Atreyu, de Kium, de Keila, de Bruja, de Idem, de Otto, de Bastet, de Clown, de Shifu, de Night, de Oogway, de Kenay, de Naia, de Anouk, de Lucas, de Golfo.......y de tantos que vendrán.
Un abrazo enorme a Eva, Blanca, Fátima, Yolanda y Samantha, porque este mundo se muestra más amable porque vosotras estáis en él.
Yo he sido usuaria, clienta (más usuaria que clienta) y asidua (con dos gatitas con leucemia) de esta clínica veterinaria. Estuvimos en otra clínica, un hospital veterinario, que por los medios que tenían a su alcance pensé que sería lo mejor para las gatunas. Pero cuando conocí a estas profesionales, me dí cuenta de que no es la disponibilidad de medios lo que da acceso a un mejor servicio.
ResponderEliminarPara mí la atención que recibí de ellas fue excepcional, siempre tenían tiempo para explicarme minuciosamente el por qué de las enfermedades, los tratameintos, las opciones. Su actitud hacia los animales es para un 10, los tratan con máximo cariño. Nunca he visto a un gato tan poco estresado ante una inyección como allí.
Sólo tengo palabra de agradecimiento para estas cuatro mosqueteras. Un beso!