Son muchas las personas que dicen que no quieren volver a tener la compañía de un chuchillo cuando han tenido que pasar la terrible experiencia de superar la pérdida de uno de ellos...
Hace un par de semanas mi pequeña Lula, a sus casi recién cumplidos 13 añitos, nos dejó...
Es verdad que el dolor de la pérdida de Lula es casi insoportable pero, de cualquier manera, todo lo bueno que me hizo vivir esa perrilla, su compañía y su cariño superan con creces el dolor de su pérdida...
Y, a día de hoy, no sabéis lo que agradezco que mi pareja tenga una perrilla (Matilda) con la que poder consolarme... Ni mucho menos sustituye a Lula, pero parece que Matilda sabe que necesita rellenar su hueco y no me deja ni a sol ni a sombra... De hecho estamos pensando en adoptar a otra perrilla algún día de estos...
Pequeña Lula, allá dónde estés correteando ahora, por favor saluda a todos los que echamos tanto en falta y diles que les queremos tanto como a tí.
ResponderEliminarBuen viaje!!!
Pequeña Lula...yo tuve la suerte de tener el regalo de su cariño y su presencia, su genio, sus nervios al verte llegar a casa, su ilusión, o su cercanía cuando buscaba calor...Dejas en los tuyos un hueco tan grande como el que llenaste día a día, pero mereces ese espacio para ti repleto de dulces recuerdos.
ResponderEliminarGracias....
Ánimo, seguro que Lula os recuerda con mucho cariño y sigue correteando libre y vivaracha allá donde esté.
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